martes, 20 de mayo de 2014

Don CUSTODIO LOPEZ ZAMARRA. Un apóstol de las buenas maneras. Uno se encuentra pocas veces con personajes de este calibre. Habla muy rápido pero con una cadencia que convierte su charla en hipnótica. La primera vez que lo vi me cautivó. Ahora ha aumentado mi admiración y mi respeto. Acudí a la Escuela dispuesto a hacer unas fotos, pero no me pude ir. No podía dejar de escucharlo. Su clase magistral a los alumnos del VII Curso de Sumiller se convirtió para mí en mucho más. La sala permanecía en un estado mucho más allá de la atención. Era un silencio reverencial sólo interrumpido por algunos móviles en el intento de capturar un instante de todo lo que se estaba viviendo allí. Las horas de clase de ayer me atrevería a decir que tienen el efecto de un Master en toda regla. Muchas enseñanzas fueron las recibidas. Muchas anécdotas que ahondaban en el afán de saber más y más del maravilloso mundo del vino. En el coffe break se pactó el menú. Como conocedor de esta tierra quería arroz. Se decidió el sitio. Esa isla de buen gusto, ese templo donde se rinde culto al vino: El Portal. Lo vivido allí merece otro post...Sólo decir una cosa: me siento orgulloso como alicantino que exista un Bar así en mi ciudad. Y orgulloso y honrado de ser amigo de Carlos, de Sergio, de Gegam...La comida tuvo un fallo, que no por previsto dejó de molestarme: la duración!. Hablamos de nuestros vinos, nuestros arroces, el Fondillón(asistirá a la mesa redonda-cata que estamos organizando)... Pero teníamos que volver a la Escuela a continuar con la clase... Fueron diez horas que jamás olvidaré. Jamás. Don Custodio empezó su clase citando tres premisas que él consideraba básicas en un sumiller. Humildad, discreción y psicología. Yo las haría extensibles a la vida en general. Gracias, Custodio, por permitirnos aprender a su lado, por compartir tantas y tantas vivencias...

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