viernes, 20 de junio de 2014

EL CADALSO MUSICAL

Miedo. Pavor. Terror? Quizá suene exagerado, pero sí. Algo se le acerca. Dos días oyendo golpear metales, machacando lindas flores, maltratando columpios y demás mobiliario urbano. Cada golpe era como cuando preparaban en los castillos medievales el cadalso castigador, y el preso escuchaba cada golpe premonitorio desde su encierro. Quedan pocas horas para la primera ejecución del castigo. Sí, sí. El castigo se divide en sesiones para hacerlo más cruel. Y la tortura es el sonido, simulando notas musicales, que vomitan torres pavorosas. Sonidos que sacuden cimientos, sonidos que buscan con alevosía y premeditación los pobres tímpanos en una lucha dura, sin tregua. Confiemos en que el reloj vaya rápido y el 24 llegue, llegue con su paz reparadora. Momento en el que habrá que reparar los daños colaterales, laterales y totalmente directos...

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